domingo, 22 de novembro de 2020

Declaración final del Encuentro Mundial de la Clase Obrera Antiimperialista * Frente Revolucionária dos Trabalhadores/FRT

República Bolivariana de Venezuela 

Declaración final del Encuentro Mundial de la Clase Obrera  Antiimperialista 

Las trabajadoras y trabajadores reunidos, en una videoconferencia desde Caracas, capital de la  República Bolivariana de Venezuela en conexión con delegadas y delegados de todos los  continentes, con motivo del “Encuentro Mundial de la Clase Obrera Antimperialista” en  Solidaridad con el Gobierno y el Pueblo Venezolano y los pueblos y gobiernos de los países  soberanos, luego de las deliberaciones efectuadas expresamos: 

El mundo de hoy está marcado por la impronta de la globalización del capital. El carácter  actual del capitalismo asume una voracidad sin precedentes que afecta a la clase trabajadora y  a la humanidad en su conjunto. El capitalismo neoliberal que abarca el sistema económico financiero mundial persigue la búsqueda incesante de ganancias mediante la conquista de  nuevos mercados, fortalece el predominio del capital financiero, intensifica el saqueo de los territorios y los recursos de los pueblos y afianza la explotación de la clase trabajadora,  ensañándose aún más en la mujer. Con el fin de maximizar las ganancias de las grandes  trasnacionales, el capitalismo neoliberal también arrebata el futuro a la juventud y desdibuja la  identidad de los pueblos originarios. Es evidente, que la solución a los grandes problemas del  mundo actual demanda un nuevo modelo de convivencia humana que respete la diversidad  cultural. 

El futuro de la humanidad está en grave peligro. La voracidad del modelo económico  capitalista, en su despliegue suicida, ha creado la posibilidad de la extinción del ser humano.  La paz en el planeta se encuentra seriamente amenazada como resultado de la política de  agresiones militares de los EE. UU. y sus aliados, así como de la mortal carrera armamentista  que sólo les reporta dividendos a las grandes corporaciones del complejo industrial-militar. La  guerra ha sido el mecanismo predilecto del expansionismo imperialista, en especial, del  estadounidense. 

Afortunadamente, los pueblos comienzan a levantarse contra este estado de cosas. Así se  desarrollaron grandes protestas e insurrecciones en 2018 y 2019, tanto en Europa como en  América Latina y el Caribe. En Nuestra América estas manifestaciones multitudinarias dan un 

toque de alerta que nos indica un cambio en la correlación de fuerzas, un cambio aún en  construcción. En Chile, Ecuador, Colombia, Brasil, Haití, así como en otros países, se  intensificaron estas luchas, pasando de reivindicaciones generales a una verdadera lucha  política que cuestiona las bases mismas de los estados capitalistas en esas naciones.  

Estas protestas solo dieron una pausa, por la pandemia del Covid-19. Una pandemia que se ha  “globalizado” en el mundo, y en donde los países capitalistas llamados “civilizados y  desarrollados” han mostrado su verdadera cara: primero es el capital y después el ser humano.  Este razonamiento de los gobiernos de derecha, ha provocado la muerte de cientos de miles de  sus connacionales para salvar el capitalismo.  

¡El virus no es el Covid-19, es el capitalismo! 

La pandemia ha sido el detonante de la crisis global del capitalismo neoliberal, todas las  grandes potencias comienzan un proceso de recesión de su economía para este año y con  incertidumbre para los años que vienen, pero lo peor es el aumento del desempleo, la  precarización del trabajo y la informalidad que afectara a las trabajadoras y trabajadores.  Algunas cifras evidencian esta grave situación: 2.000 millones de trabajadoras o trabajadores  son informales (61% de la fuerza laboral); 480 millones de personas de la fuerza global son  infrautilizados y más de 3.300 millones de trabajadoras y trabajadores no tienen un ingreso  adecuado ni garantía laboral del trabajo (OIT, 2019) y como consecuencia de la pandemia se  prevé la pérdida de 590 millones de empleos en el planeta, siendo América Latina la región  más afectada (OIT,2020) 

A pesar de la catástrofe humana que genera el capitalismo y la pandemia que la agrava más aún  las insurrecciones continuaron en el 2020. Así se generaron protestas en EEUU por la muerte  de George Floyd el 25 de mayo de este año a manos de la policía blanca y racista de  Minneapolis, protestas que fueron multitudinarias y se extendieron a nivel mundial, protestas  que comenzaron con la indignación por la muerte de Floyd, hasta pasar a luchas antirracistas y  anticoloniales que llevaron, inclusive, a destruir mucho de los símbolos más preciados del  colonialismo dominante europeo y estadounidense y la conformación de movimientos de  masas antirracistas y anticoloniales como BLM ( Black Live Matter). También se desarrollaron  una serie de luchas, en medio de la pandemia, que fueron significativas y singulares. Por  ejemplo, las luchas de trabajadoras y trabajadores de las plataformas digitales de reparto  globalizadas, contra la precariedad del trabajo, tanto en América Latina como en Europa y  Australia. Otra lucha significativa en Europa ha sido la de los migrantes, muy vinculada a la  lucha de los llamados “sin papeles”. 

Pero es en Nuestra América, principal teatro de la ofensiva imperialista por mantener su  hegemonía global donde se desarrollaron luchas fundamentales a pesar de los procesos de  restauración neoliberal aupados por los EE. UU. Destaca la resistencia heroica del pueblo  obrero e indígena de Bolivia contra la dictadura que facilitó el triunfo abrumador de Luis Arce  a pesar de la violenta represión. Asimismo, el resultado aplastante en el Plebiscito de Chile gracias a la movilización popular incansable del pueblo en las calles para mandar al basurero 

de la historia a la constitución pinochetista, proceso que significo una larga batalla desde el  2019, aun sin concluir y, otra lucha significativa ha sido la Minga en Colombia donde los  pueblos originarios se levantan.  

Ante esto, la Revolución Bolivariana lucha construyendo, convirtiéndose en un bastión de  dignidad, al lado de los pueblos y gobiernos de Cuba y Nicaragua que resisten los bestiales  ataques del imperialismo. Venezuela se ha convertido hoy en el principal referente del  antiimperialismo. El país se ha trazado, desde la llegada del comandante Hugo Chávez a la  Presidencia, una política de inclusión social acorralando al neoliberalismo en América Latina.  En Venezuela germina un nuevo modelo de convivencia, se libra una decidida resistencia  antimperialista y se desarrolla un enfoque sobre los asuntos públicos distinto al dogma  neoliberal. Esta lucha de perspectiva antisistémica se integra con la defensa de la soberanía y  se expresa en una política exterior independiente de inspiración bolivariana que ha provocado  una pugna por la emergencia de un mundo multicéntrico y pluripolar que va cobrando mayor  fuerza, que comienza a hacer

***

Nenhum comentário:

Postar um comentário

O capitalismo está podre. Todos sabemos disso. Mas ele não cai sozinho